Inicio Destacado DÍA DE LOS NIÑOS POBRES o ¡¡¡POBRES LOS NIÑOS!!!

DÍA DE LOS NIÑOS POBRES o ¡¡¡POBRES LOS NIÑOS!!!

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NOTA: Ricardo Luis Mascheroni   —   En 1954, la ONU, viendo las penurias, carencias y necesidades que padecían los niños, recomendó a todos los países que instituyeran un día universal, destinado a la fraternidad y comprensión de la niñez y consagrado a promover actividades para el bienestar de ellos, sugiriendo que los gobiernos celebraran ese día en la fecha más conveniente. Era una fecha que intentaba privilegiar el futuro de la humanidad.

Internacionalmente el día es el 20 de Noviembre, por cuanto en esa fecha se conmemora la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño de 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989.

Hoy con los nuevos aires este día ha sido denominado día de las infancias o de la niñez.

Los instrumentos mencionados, tenían como objetivo lograr que los niños pudieran tener una infancia feliz y gozar en su propio bien y en bien de la sociedad, de los derechos y libertades que en ellos se enuncian, instando a padres, autoridades, gobiernos y entidades intermedias a reconocer esos derechos y luchar por su observancia con medidas legislativas y de otra índole, para el logro efectivo de esos fines.

FESTEJO EN EL PAÍS

Desde 1960, posterior a la Declaración Universal de los Derechos del Niño, Argentina ha festejado el Día en el mes de agosto de cada año, el que fuera desde 1960 a 2003, celebrado el primer domingo de agosto.

Pero en 2003, a pedido de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, la celebración pasó al segundo domingo de agosto, en razón que muchos todavía no habían cobrado sus sueldos. En 2013, a pedido también de la CAIJ, se celebra el tercer domingo de agosto.

¿Por qué fue agosto? ¿Y por qué tuvo tanto peso la cámara de jugueteros argentinos? Esta entidad, fue creada el 19 de julio de 1945, con el nacimiento del peronismo y de una fuerte industria nacional.

La institución dice que a fines de los años 40, fabricantes de juguetes  tenían la costumbre regalar juguetes a los niños más carenciados del país. Y desde 1958 la entidad reclamaba un día fijo en agosto para la celebración.

En cualquiera de esas fechas, el Día del Niño es la celebración social de mayor peso económico en el país, junto a las Fiestas de Fin de Año y los Día de la Madre y Día del Padre.

El espíritu tuitivo y su importancia se han visto disminuidos por la imposición de la SOCIEDAD DE CONSUMO, que ha transformado al mismo en un acto comercial.

Este día debería ser para la reflexión sobre los problemas y derechos de los niños, no un día de regalos, sobre todo en estos momentos de carencias, en que casi más del 70 por ciento de ellos son pobres y más de un millón de niños se van a dormir sin cenar y muchos más, sólo tienen 3 comidas en el día.

Si el hambre es un crimen, el hambre de los niños es la expresión más cruda de la perversidad y crueldad humana, sobre todo en este país en que millones de toneladas se pudren en galpones oficiales.

En este tiempo, recuerdo algunos de los ítems del DECÁLOGO SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, que expresan:

1)-Derecho a la igualdad sin distinción de raza, credo o nacionalidad.

2)-Derecho a una protección especial para su desarrollo físico, mental y social.

3)-Derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuada para el niño y la madre.

4)-Derecho a una educación y cuidados especiales para el niño física o mentalmente discapacitado.

5)-Derecho a una comprensión y amor por parte de los padres y la sociedad.

6)-Derecho a recibir educación gratuita y disfrutar de los juegos.

7)-Derecho a ser protegido contra el abandono y la explotación en el trabajo.

8)-Derecho a formarse en un espíritu de solidaridad, comprensión, amistad y justicia entre los pueblos.

CREEN QUE ESTOS PRINCIPIOS SE CUMPLEN?

Indudablemente NO, pergeñando un futuro penoso para millones de adultos del futuro, ya que las carencias que padecen, consagran una generación de minusválidos sociales, intelectuales y físicos.

El principio de “PRIMEROS LOS NIÑOS”, ha quedado en el camino hacia una humanidad deshumanizada, que se sustenta en el egoísmo y en valores como la rentabilidad y las ganancias.