MISIÓN REDENTORISTA

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El sacerdote de la Congregación Redentorista Rodrigo Vélez comentó sobre su experiencia de estar visitando Japón.

“Dios está en todas partes y nos mantiene unidos en la fe, en comunión regalándonos estas oportunidades de valorar los dones para el servicio”, sostuvo el misionero redentorista.

El misionero destacó el impacto en los cambios culturales, el orden, el respeto de los japoneses y la búsqueda permanente de una espiritualidad que los lleve a la armonía y el equilibrio.

También agradeció la oportunidad dada por su congregación de realizar esta experiencia durante un mes de estadía en ese país oriental.

Vélez mencionó de una manera emocionada el hecho de encontrar en un lugar tan lejano un icono (imagen) de la Virgen del Perpetuo Socorro y una capilla bajo su advocación, recordando que es uno de los símbolos icónicos de la espiritualidad misionera redentorista, afirmando que: “Se cumple con el mandato de hacerla conocer a todo el mundo”.

EXPERIENCIA DE VIDA

El “padre Rodrigo”, en comunicación con la radio, narró: “Es bueno compartir esta experiencia del otro lado del mundo, desde hace una semana estoy en Japón y percibo algo que no se imagina a la distancia, es un impacto por las diferencias culturales, idioma, estilo de vida, costumbres, religión. Los cristianos son una minoría, son mayoritariamente budistas y sintoístas. Su cultura milenaria tiene una relación con la naturaleza, la creación, un vínculo profundo que se demuestra en cada persona, ayudando a “abrirte la cabeza”, “el corazón y el espíritu” de una manera especial”.

SIMILITUD CON LA ANTERIOR MISIÓN

Ante la consulta de diferencias o semejanzas con su incursión pastoral en su misión en Asia, indicó: “No puedo comparar con mi destino en Tailandia porque es diametralmente opuesto, sí destaco la cordialidad. Más allá de la cantidad de habitantes, el orden es impresionante, la limpieza: no hay basura en la vía pública; el transporte público: una atención con los extranjeros, incluso te acompañan hasta el lugar que uno debe dirigirse, me sucedió a la hora de tomar el tren y me guiaron hasta la “parada”, la estación, es interesante lo que estoy viviendo”.

IDIOMA JAPONÉS E INGLÉS

Para explicar sobre su comunicación en Japón, indicó: “El idioma es el japonés, en mi caso es el inglés con el que me dirijo, aunque es para resaltar el uso del idioma inglés del común de la gente; es la manera de compartir con mis cohermanos, quienes me invitaron a estar en esta visita. Soy un agradecido porque aprendí inglés con la profesora Soledad Canals, del Instituto Highland, después del idioma oficial siempre el que se usa es el inglés”.

ICONO Y SÍMBOLO REDENTORISTA

El sacerdote, emocionado comentó: “Es lindo llegar a un lugar tan lejano y encontrarte con el icono de la Perpetuo Socorro, porque es una devoción difundida por los redentoristas. Ella nos conduce a lugares seguros. Por mis hermanos (religiosos) fui muy bien recibido, están y estamos en esa búsqueda de la misión, de la manera de acercar con el evangelio, la fe y el sentir católico, se nota un clamor de nuestros hermanos en estos lugares”, agregó.

“En un país de 125 millones de habitantes, Tokio cuenta con 15 millones, solamente existen 12 redentoristas japoneses, como los apóstoles, y unos misioneros de la comunidad internacional provenientes de Indonesia, 22 en total en todo el país”, ilustró.

GLORIA EN ESPAÑOL

Profundizando sus experiencias, recordó: “Tuve la ocasión de participar de la misa dominical, gran parte es cantada. Hace unos días, en un colegio religioso, por el día del Sagrado Corazón de Jesús me invitaron especialmente porque los chicos cantaron el “Gloria” en español, en castellano y fue verdaderamente emocionante”.

“El respeto, la participación de las celebraciones, los valores están muy arraigados en los japoneses, del cristianismo, lo aprecian y lo aprovechan muchísimo”.

SALUDOS Y ORACIÓN PARA LAS COMUNIDADES RURALES

Al final de la entrevista el padre Rodrigo Vélez transmitió los saludos a las capillas y comunidades del campo goyano: “Un saludo a las comunidades rurales de Goya, de nuestro campo. Agradezco la generosidad de mis hermanos de Japón, es una oportunidad de experimentar esta espiritualidad, sepan que desde este lejano lugar la comunión está presente, compartiremos al regreso estas vivencias, pero es bueno poder rezar juntos desde estos lugares, occidente y oriente, para saber que Dios está siempre en todos los lugares, que se vale de todo y de todos para compartirnos los dones para el servicio. Debemos dejarnos conducir por Él”, sugirió.