Lo curioso es que este año la cosecha comenzó en enero, cuando la brecha cambiaria se había achicado fuertemente producto de la devaluación del peso que llevó el dólar oficial a 830 el 13 de diciembre y estrechó la diferencia con el blue. Sin embargo, los mecanismos cada vez más aceitados del contrabando del tabaco, sumados a la necesidad del productor pequeño de tener el dinero en efectivo en forma inmediata, impulsaron las ventas masivas a los brasileños.
“Un productor este año le vendió a Brasil su tabaco a un precio promedio de 3200 pesos el kilo, mientras que el que vendió a las industrias misioneras lo hizo a un precio promedio de 2800 el kilo”, indicó el subsecretario de Tabaco, Carlos Pereira. “Pero al productor que vendió en Misiones hay que sumarle también que cobró 500 pesos antes de comenzar la cosecha (por kilo entregado) y luego se le dio otros 500 pesos de retorno, con lo cual no hubo diferencias importantes, pero muchos productores quieren el efectivo ya”, indicó Pereira.
“El cepo y la brecha cambiaria impacta mucho en el tabaco y en las economías regionales en general. Pero este año con menor brecha estimamos que la producción va a volver a subir y vamos a estar en 24 o 26 millones de kilos”, indicó el funcionario.
Penalizar al que vendió afuera
Cabe destacar que los pequeños productores tabacaleros no cruzan el tabaco en canoas a Brasil, sino que simplemente se limitan a vender su producción a compradores brasileños que van a cargarlo con sus camionetas a las chacras y les pagan en efectivo, a veces incluso ofreciendo la opción de pagar en pesos, reales o incluso dólares. En los últimos años la autoridades de la provincia y también las entidades que nuclean a los productores tabacaleros estuvieron peticionando ante el gobierno nacional para frenar la “fuga” de tabaco a Brasil, fundamentalmente el año pasado con el anterior gobierno, con el otorgamiento de un tipo de cambio diferencial para que los exportadores de tabaco pudieran reconocer un valor más cercano al dólar blue y desincentivar la “fuga”.Pero la mayoría de las veces las respuestas fueron insuficientes, aunque nadie desconoció que el tabaco se estaba fugando a Brasil en forma irregular. “Quedamos totalmente desprotegidos, nadie nos miró, nadie hizo nada para que el tabaco se vaya por el río”, dijo Jorge Kappaun, titular de la CTM (exCooperativa Tabacalera de Misiones), en declaraciones a la radio FM Santa María de las Misiones. La CTM tuvo la mayor parte del acopio en la campaña, con 4,47 millones por un total de 10,95 millones de dólares. Segunda estuvo Massalin, con 3,79 millones de kilos acopiados.
El presidente de la CTM también explicó que desde ahora van a penalizar de alguna forma a los productores que no entregan su tabaco a las industrias locales y venden a los brasileños. Una de las medidas es no entregar fertilizantes a estos últimos, que siempre reparte la cooperativa antes de la campaña. Pero uno de los problemas más graves que origina la entrega del tabaco a los brasileños es que desfinancian la obra social que atiende a unos 5000 pequeños productores y sus familias, que pertenece a la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM).
En la tierra colorada muchos pequeños productores tabacaleros continúan dedicando dos o tres hectáreas a este cultivo motivados mucho más por ser beneficiarios de la obra social que por el dinero que pueden recibir por entregar el tabaco. Para ser beneficiario de la obra social hay que entregar un mínimo de 750 kilos de tabaco, explicó Carlos Pereira. La obra social se financia a través de una parte de los recursos del Fondo Especial del Tabaco (FET) que, a su vez, está vinculado a la cantidad de kilos que entregan los productores.
“La recaudación se viene achicando año tras año, pero este año fue catastrófica porque desde un principio los contratos entre las empresas y cooperativas con los productores estimaban unos 28 millones de kilos”, señaló Carlos Knoll, titular de la APTM, al diario Primera Edición.
En baja
“Esta caída de la producción hizo que la provincia pierda en el coeficiente del FET como cinco puntos, en relación al año pasado que teníamos unos 21,38% y este año llegamos al 16% de los ingresos, esto lleva a que tengamos que atravesar la crisis que tenemos en el sector”, agregó Knoll.
El Fondo Especial del Tabaco (FET) se alimenta con los impuestos internos que se cobran en cada paquete de cigarrillos y se distribuye entre las siete provincias tabacaleras (Misiones, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Chaco y Corrientes), según los coeficientes que se ajustan cada año por volumen de producción.
En la sanción de la Ley Bases logró imponerse la voluntad de las provincias tabacaleras para incrementar uno de los impuestos internos y fortalecer esta caja. El FET en los últimos años se vio perjudicada por la empresa Tabacalera Sarandí, vinculada al empresario Pablo Otero, también conocido como el “Señor del Tabaco”. Esta empresa logró eludir con amparos judiciales el pago de una parte importante de estos gravámenes desfinanciando al FET.
En la votación de la Ley Bases en Diputados, el 29 de abril pasado, se vio el poder y la influencia de Otero. El capítulo tabacalero, que se votó contra los intereses de firmas como Sarandí, casi no pasa. En las provincias tabacaleras celebraron el ajustado resultado: 82 votos afirmativos, 77 negativos y 69 abstenciones. El texto aprobado consta de siete artículos, incrementa el impuesto al 73%, del 70% actual, y establece que el precio de venta sobre el cual se tributará será determinado por la AFIP con actualización trimestral en base al IPC que reporte el Indec.
La Nación / www.powernoticias.com