XI CONCURSO DE EDUCACIÓN VIAL: UN TRIUNFO PARA LA COMUNIDAD RURAL

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El Licenciado Alejandro Stortti, técnico en criminalística y uno de los organizadores del XI Concurso de Educación Vial, compartió la satisfacción del éxito del evento en una entrevista en Radio Ciudad 88.3. Acompañado por la rectora Cecilia Tomasella y la profesora Belén Monzón del Colegio Secundario Paraje Los Álamos, así como por los ganadores del concurso, discutieron la preparación y el impacto de esta experiencia en la comunidad educativa.

 UNA COMUNIDAD EDUCATIVA COMPROMETIDA

La rectora Cecilia Tomasella expresó su gratitud por la oportunidad de participar en el programa radial: “Muchas gracias por recibirnos en tu espacio. Es importante que los chicos no solo sean reconocidos como ganadores, sino que también conozcan cómo es un estudio de radio, una experiencia muy distinta a lo que estamos acostumbrados en la escuela, donde solo usamos el micrófono en algunos actos escolares”. Este tipo de experiencias, según la rectora, enriquecen el aprendizaje de los estudiantes al exponerlos a entornos y situaciones reales fuera del ámbito escolar.

El Colegio Secundario Paraje Los Álamos, ubicado a 23 km sobre Ruta Provincial ripiada N° 25, es relativamente nuevo, con 18 años de antigüedad. Funciona en el turno mañana y cuenta con 92 alumnos y 24 docentes, recibiendo estudiantes de 11 escuelas primarias de la zona. “Estamos en el centro de la segunda sección del departamento Goya, y contamos con un colectivo escolar y una traffic privada para trasladar a alumnos y docentes”, explicó la rectora Tomasella. La logística y los recursos disponibles juegan un papel crucial para garantizar que los alumnos puedan asistir regularmente y participar en actividades extracurriculares.

PREPARACIÓN Y DEDICACIÓN

La preparación para el concurso fue intensa y meticulosa. Los estudiantes ganadores se prepararon arduamente bajo la guía de la profesora Belén Monzón y el licenciado Alejandro Stortti. “Fue una preparación ardua. Recibíamos los contenidos a través de la plataforma Classroom y, debido a la falta de señal de internet, descargábamos los videos en la escuela para que los chicos pudieran acceder. Utilizamos diversas estrategias, incluyendo formularios y preguntas, para guiarlos en su preparación para este importante concurso”, detalló Monzón. Esta situación refleja las dificultades que enfrentan las escuelas rurales en cuanto al acceso a la tecnología y la conectividad, pero también demuestra la capacidad de adaptación y el compromiso de los docentes para superar estos obstáculos.

El año pasado, alumnos del mismo colegio obtuvieron el segundo lugar en el certamen. Este año, lograron el primer puesto, lo que llena de orgullo a la institución. “Es un mérito al esfuerzo. Agradecemos a los chicos, a los padres que permitieron su participación y a la rectora por su apoyo incondicional”, añadió Monzón. La docente destacó el esfuerzo conjunto de toda la comunidad educativa y el apoyo esencial de las familias para alcanzar este logro.

LA EXPERIENCIA DE LOS ESTUDIANTES

Thiago Zoilo, uno de los cuatro integrantes del equipo ganador, comentó que en su tiempo libre trabaja en el campo ayudando a su padre en la plantación de tomates. Esta victoria no solo demuestra la capacidad académica de los estudiantes rurales, sino también su dedicación y compromiso. Thiago y sus compañeros enfrentaron el reto del concurso con determinación, equilibrando sus responsabilidades en el hogar y la escuela. “Desde el año pasado pensábamos que este año nos iba a tocar a nosotros. Un día, el profe nos mandó un PDF para el concurso con lo que había que estudiar y nos imprimió porque nos cuesta el tema del internet y los videos. Empezamos a estudiar, era un mensaje todos los días después de hora de clases, nos retiraban a hacer trabajos tipo evaluaciones sobre eso y nos repartíamos con los demás compañeros”, dijo una de las ganadoras del concurso. La organización del tiempo y la cooperación entre los estudiantes fueron claves para su éxito.

Los estudiantes también compartieron sus impresiones sobre el concurso y la interacción con sus pares de otras escuelas. “Por ahí sí, decimos que capaz tienen pinta como que estudiaron más. En la mesa, por ejemplo, estábamos los cuatro y nosotros nos reíamos y las otras mesas como que sentados y concentrados totalmente. Es como una división entre la tranquilidad y nosotros, pura risa para sacar los nervios”, comentó otro de los ganadores. Esta observación revela la diversidad de enfoques y actitudes entre los competidores, y cómo cada grupo maneja la presión de manera diferente.

UN ESFUERZO CONJUNTO

Alejandro Stortti destacó la importancia del concurso como un proyecto socioeducativo entre las escuelas y la Municipalidad. “Este año, decidimos organizarlo exclusivamente desde la Municipalidad, involucrando a la Secretaría de Educación y la Secretaría de Gobierno, además de contar con la colaboración de la Dirección de Deportes y la Dirección de Juventud. La participación de 28 colegios, incluyendo escuelas rurales, muestra que estas instituciones están al mismo nivel que las urbanas en términos de contenidos y calidad educativa”, concluyó Stortti.

La organización del concurso requirió la colaboración de diversas dependencias municipales, demostrando un esfuerzo coordinado para promover la educación vial y la participación estudiantil.

Stortti resaltó que la inclusión de escuelas rurales es particularmente significativa. “La verdad que haya ganado una escuela de la zona rural nos llena de orgullo, porque más allá de que es anecdótico, evidentemente las escuelas también de campo están a la misma altura que las escuelas de la ciudad en cuanto a los contenidos y los profesores. Yo trabajo en una escuela de Goya y en la escuela rural, y la verdad que es más”, afirmó. Este reconocimiento subraya la igualdad de oportunidades y el valor de la educación en contextos diversos.

IMPACTO Y RECONOCIMIENTO

El XI Concurso de Educación Vial no solo brindó conocimientos valiosos sobre seguridad vial, sino que también fomentó la socialización y el intercambio de experiencias entre estudiantes de diversas localidades, subrayando la importancia de la educación inclusiva y equitativa para todos. Mochilas con útiles, medallas, tablets, chalecos reflectantes, cascos y un trofeo para el colegio fueron los premios que se llevaron por la obtención del primer lugar del Concurso de Educación Vial. Estos premios no solo son un reconocimiento al esfuerzo y la dedicación de los estudiantes, sino también un incentivo para continuar participando y superándose en futuros desafíos.

La rectora Tomasella también mencionó el impacto positivo de estas experiencias en la motivación y el desarrollo integral de los estudiantes. “Es importante que los chicos vean que el esfuerzo vale la pena y que pueden lograr grandes cosas, independientemente de las dificultades que enfrenten. Estas experiencias les ayudan a crecer, a sentirse valorados y a desarrollar habilidades que serán útiles en su vida diaria”, concluyó.