En Goya, la segunda ciudad en importancia de la provincia, el municipio gobernador por el radicalismo activó justamente desde la semana pasada operativos para cobrar tasas municipales a la sucursal local del Banco Nación.
“Hay una voracidad fiscal de las autoridades municipales y estamos muy preocupados porque el Banco Nación es el que mejor trabaja y el que mejor servicio nos brinda a nosotros. No entendemos por qué ahora el municipio incrementó esta necesidad de cobro de tasas”, explicó a corrienteshoy.com un empresario y comerciante goyano.
Contó que la semana pasada los agentes comunales recorrieron los negocios “y fotografiaron la publicidad que tiene el Banco Nación en cada uno de los negocios. Esos cartelitos donde informa descuentos con el uso de sus tarjetas y por ese concepto le envió una facturación a la sucursal por $300.000”, relató.
Es llamativo que esta medida municipal sea coincidente con la determinación del gobierno nacional.
El argumento que explican es que la suba de impuestos locales a los bancos -sucursales del Nación- impacta sobre el otorgamiento de créditos por lo que eso justifica el cierre de sucursales instaladas en esos distritos. Es por esto que la situación generada con la provincia de La Pampa, más que un conflicto con una provincia en particular, es más un caso ejemplificador: el Nación quiere que sirva como advertencia para todos los distritos que no se mantendrá pasivo frente a aumentos desmedidos. En este distrito pampeano dio marcha atrás con la decisión de aumentar de 7,5% a 15,5% la alícuota de Ingresos Brutos sobre la actividad financiera, algo a lo que el Banco Nación había respondido con el anuncio del cierre de 9 sucursales y de su gerencia zonal.
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