En el principio hice un DNU y una ley ómnibus, que me daban la suma del poder público. Y los que se burlaban de mí, retrocedieron espantados. DÍA PRIMERO.
El DÍA SEGUNDO, creé la LIBERTAD CARAJO, mientras todos convivían en la sociedad. Y a partir de ello hubo libres y hubo presos en esta Tierra.
Y dije: “Dejad que la gente de bien venga hacia mí”. Y vi que era acertado y hubo gente de bien y gente de mal el DÍA TERCERO.
Y el DÍA CUARTO seguí el ejemplo de las fuerzas celestiales y de mi perro. Por eso amenacé y maldije a quién me negara obediencia; y por ellos apliqué la extorsión y el castigo. Y pulvericé sin piedad a los rivales nacionales y populares. Y a los arrepentidos les di perdón y cobijo.
El DÍA QUINTO dije: Hágase la LIBERTAD ECONÓMICA y multiplíquense los negocios hasta el infinito y ese día los ricos se enriquecieron más y los pobres se empobrecieron más. Ya que en mi tierra no reservé lugar alguno para los débiles e incapaces.
Para dar un nombre a mi obra anarco-capitalista, la llamé la LIBERTAD AVANZA. Y me gustó. Y aprecié como todo giraba según mis designios, mientras oscurecía el DÍA SEXTO.
Y el DÍA SÉPTIMO, siguiendo los dones que el DIOS MERCADO me había otorgado, puse en una bandeja de plata a la Argentina y entregué gustoso esas riquezas a los poderosos de la Tierra. Y vi que no quedaba nada del Estado y finalmente descansé, con la tranquilidad de haber cumplido con mi misión.
Este escrito es una paráfrasis de LA CREACIÓN SEGÚN JOHN D. ROCKEFELLER de Eduardo Galeano
Nota: ricardo mascheroni