En un acto oficial desarrollado ayer en un tramo de la costanera sur el gobernador de la provincia a siete años de gobierno, denunció que la inversión en Dirección de Vialidad Provincial (DPV) “no es fácil después de tantos años desinversión y de contar con un área desmantelada recobrar la fuerza que hoy estamos haciendo posible”.
El mandatario correntino hizo dicho diagnóstico cuando entregó maquinaría nueva para el organismo que es clave para la campaña electoral del año que viene. La DPV fue diseccionada y desde hace tiempo tiene en algunas comunas la DPV urbana, una división que se encarga de hacer las obras municipales que los intendentes no pueden hacer por falta de recursos. Esto ocurre incluso en la ciudad capital de Corrientes.
“Cada uno de estos equipamientos se centra en poder trabajar para el mantenimiento de caminos”, agregó y adelantó que “estas no van a ser las únicas inversiones” ya que desde el Gobierno provincial se trabaja en la construcción del edificio puesto a nuevo del organismo para que los trabajadores “estén en condiciones laborales óptimas”. Fueron otras de las afirmaciones del mandatario.
Hace dos semanas atrás el gobernador también había admitido que otra importante área del Estado correntino estaba en total abandono y que incluso era un lugar donde se cometieron hechos de corrupción, se trata de la Dirección de Catastro. Extraños mensajes para una administración que está por cumplir su segundo mandato consecutivo y casi tres décadas en el poder del mismo signo político.
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