Con gran participación de feligreses, se desarrolló el octavo día de la novena en honor a la Virgen del Rosario, Madre y Patrona del Departamento de Goya. Presidió la Eucaristía el obispo diocesano monseñor Adolfo Canecin acompañado por el párroco Ariel Gimenez, en el día dedicado a los jóvenes y donde fueron instituidos nuevos ministros extraordinarios de la comunión. El prelado animó a trabajar siempre con los jóvenes, a ser una Iglesia abierta a todos, sin exclusión.
El obispo inició la homilía diciendo: “estamos celebrando la novena en honor a la Virgen del Rosario, un tiempo de gracias a nivel personal y comunitario”, al tiempo que destacó la iniciativa que tuvo el primer obispo Alberto Devoto en 1967 de unificar para toda la geografía de esta diócesis, la novena diocesana y desde ese año, todos los años hay un equipo que prepara el novenario” dijo al iniciar su homilía.
JOVENES
Monseñor Canecin destacó “el protagonismo tan particular de los jóvenes” en la novena patronal, remarcando las tres prioridades del plan diocesano de pastoral, que son la centralidad en Jesucristo, los jóvenes y una Iglesia en salida misionera, entonces “que lindo es hacer realidad estas prioridades u orientaciones diocesanas”, y remarcó: “Nada sin los jóvenes, todo con los jóvenes”.
“Qué lindo es que todos tengamos amor y cariño a la Virgen del Rosario, una de las primeras pobladoras de Goya” reflexiona.
EUCARISTÍA
Continúo desarrollando el temario del octavo día de novena sobre la Eucaristía, y recordó que el concilio Vaticano II, en su Constitución dogmática sobre la Iglesia, define la eucaristía como «fuente y culmen de toda la vida cristiana».
“La Eucaristía realiza el sacerdote, y tenemos tantos escasez de sacerdotes, por eso, tengamos en cuenta que sin sacerdotes no hay Eucaristía, sin Eucaristía no hay Iglesia” por eso, animo nuevamente a “generar la cultura vocacional” para que “El Señor pueda llamar y podamos ayudar a responder a aquellos que son llamados, para que tengamos los sacerdotes suficientes y nunca falte la Eucaristía” dijo el obispo.
Más adelante dijo que “la liturgia de la Iglesia actualiza el misterio pascual, es decir, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo que aconteció una vez para siempre. Ese misterio fue anticipado por Jesús en la última cena y ese misterio se realiza en cada misa, que es el misterio central de nuestra fe, por eso, es tan importante la misa y nosotros valoramos mucho la eucaristía”.
“Las mejores iniciativas pastorales brotan y se nutren desde la Eucaristía. Cuando la pastoral madura nos lleva a la Eucaristía” expresó.
MINISTROS EXTRAORDINARIOS
Finalmente el obispo animó a quienes fueron instituidos como nuevos ministros extraordinarios de la comunión a “ser artesanos y constructores de la comunión, de todos los grupos etarios de la parroquia, entre todas las personas que vienen trabajando desde hace cuarenta años en la comunidad y los que se van integrando” porque la “Iglesia no está para sí misma, está para servir al bien común que es el mayor de los bienes”.
“Sean uno para que el mundo crea” concluy
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