Este ejercicio cardiovascular, que puedes hacer en cualquier lugar y sin necesidad de equipo costoso, tiene el poder de transformar la mente y cuerpo simultáneamente con sesiones cortas. Cuál es su impacto en la agilidad física y el desarrollo cognitivo a lo largo de los años
En un mundo donde el tiempo es oro, encontrar maneras de mantenernos activos sin tener que invertir horas puede parecer casi imposible. Sin embargo, existe un ejercicio rápido, accesible y efectivo que no solo mejora el estado físico general, sino que también favorece la salud de los huesos, músculos y el corazón: el skipping o salto con cuerda.
Aunque a primera vista podría parecer un ejercicio de la infancia, saltar a la soga es mucho más que un juego. Este ejercicio cardiovascular, que puedes hacer en cualquier lugar y sin necesidad de equipo costoso, tiene el poder de transformar tu salud en solo cinco minutos. Si bien saltar la cuerda ha sido una práctica habitual entre los boxeadores y atletas, ahora más personas descubren sus múltiples beneficios para el bienestar general.
Dalton Wong, entrenador personal y coach de rendimiento, aseguró en diálogo con The Telegraph que el skipping puede ser la clave para mejorar tu coordinación, agilidad y, además, ofrecerte un entrenamiento efectivo para el corazón, los huesos y los músculos. En este artículo exploraremos por qué cinco minutos de salto con cuerda pueden ser todo lo que necesitas para ponerte en forma rápidamente.
¿Por qué saltar la cuerda es tan efectivo?
Cuando hablamos de entrenamientos rápidos, uno de los principales factores que influye en su efectividad es la intensidad. Saltando la cuerda activas una gran cantidad de grupos musculares de manera simultánea, lo que incrementa el gasto calórico, mejora la circulación sanguínea y potencia el trabajo de tu sistema cardiovascular. Pero lo más impresionante es el impacto que tiene sobre la agilidad y coordinación.
Según expreso Wong en una entrevista conel emdio británico, “el cerebro está altamente involucrado al saltar la cuerda, ya que debes estar constantemente alerta de la cuerda, coordinando el movimiento con el salto”. Este nivel de concentración genera una estimulación mental superior a actividades como correr o nadar. Además, al estar sincronizando brazos y piernas mientras saltas, logras una mayor conexión entre mente y cuerpo, algo que otros ejercicios no logran en tan corto tiempo.
El impacto del skipping en la salud cardiovascular
Uno de los beneficios más destacados de saltar la cuerda es su impacto en la salud del corazón. Estudios han demostrado que, al ser un ejercicio cardiovascular, saltar la cuerda mejora la capacidad del corazón para bombear sangre, lo que contribuye a reducir la presión arterial y a mantener una buena salud vascular. Según Mark Homer, profesor de fisiología del ejercicio en la Universidad de Buckinghamshire, “saltar la cuerda puede ser tan eficaz para mejorar la salud cardiovascular como correr durante 30 minutos”.
Un estudio de 2013 concluyó que saltar la cuerda durante 10 minutos diarios durante seis semanas mejoró la condición cardiovascular de los participantes, tanto como lo haría correr durante el mismo período de tiempo. En términos prácticos, esto significa que en solo cinco minutos de ejercicio intenso, puedes obtener beneficios similares a los de actividades más largas, pero con menos esfuerzo y en menos tiempo.
Además, saltar la cuerda mejora la circulación sanguínea, lo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Al mantener el corazón trabajando a un ritmo elevado, este ejercicio no solo mejora tu salud física, sino también tu resistencia general.
Saltar la cuerda para fortalecer huesos y músculos
Aunque pueda parecer que saltar la cuerda no tiene gran impacto en la fortaleza ósea, en realidad, es un excelente ejercicio para mantener la densidad ósea. Este es un beneficio que puede ser especialmente útil para las mujeres y personas mayores. El impacto repetido de los pies tocando el suelo mientras saltas con la cuerda tiene un efecto positivo sobre los huesos, ayudando a prevenir la pérdida de masa ósea.
Dr. Homer explica que, aunque los deportes de contacto como el rugby o el fútbol suelen ser asociados con un alto impacto, el skipping también es eficaz para la salud ósea debido a que el impacto en los huesos de las piernas y los pies mantiene su fuerza. Un estudio realizado en 2014 demostró que realizar saltos repetidos puede aumentar la densidad mineral ósea en las caderas de las mujeres, lo que ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Por otro lado, aunque saltar la cuerda no va a dar lugar a una gran ganancia muscular como levantar pesas, fortalece los músculos de las piernas, especialmente los de los gemelos y los muslos. Además, al mejorar la resistencia muscular, saltar la cuerda es un excelente ejercicio para mantener la fuerza muscular a medida que envejecemos.
Beneficios cognitivos y de agilidad
Además de ser un ejercicio cardiovascular, el skipping tiene un impacto directo en la agilidad y coordinación. A medida que mejoras la técnica, tu capacidad para mover los pies con precisión aumenta, lo que se traduce en una mayor agilidad en la vida cotidiana. Para los atletas, esto es crucial, y por eso los boxeadores, por ejemplo, saltan la cuerda para mejorar su rapidez y destreza.
Al entrenar tu cerebro a coordinar saltos con los movimientos de tus manos, se mejora no solo la agilidad física, sino también la mental. Este tipo de entrenamiento tiene un impacto importante en la plasticidad cerebral, ya que obliga al cerebro a adaptarse rápidamente a los movimientos. Esto es beneficioso a medida que envejecemos, por el hecho de que contribuye a mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
¿Cómo empezar?
Lo mejor de saltar la cuerda es que no necesitas equipos costosos ni un gimnasio para comenzar. Con solo una cuerda y un poco de espacio, puedes hacer de este ejercicio parte de tu rutina diaria. Dalton Wong sugiere comenzar con sesiones de 30 segundos de saltos, aumentando gradualmente la duración hasta llegar a los cinco minutos. Lo importante es ir a tu propio ritmo y evitar sobrecargar las articulaciones, especialmente si no has estado haciendo ejercicio regularmente.
Si sufres de problemas en las articulaciones, es recomendable que consultes a un médico antes de comenzar, ya que los saltos pueden ejercer presión sobre los tobillos y las rodillas. En caso de duda, actividades como la natación pueden ser una opción más suave para empezar a mejorar tu forma física.
El skipping es mucho más que un ejercicio rápido: es un aliado para mejorar la salud de tus huesos, músculos y corazón. Si buscas una forma eficaz de mantenerte activo sin dedicar horas al gimnasio, darle una oportunidad al salto con cuerda puede ser la respuesta. Recuerda, en solo cinco minutos al día puedes lograr cambios notables en tu bienestar físico y mental, solo tienes que empezar.
Infobae / www.sudamericana.com