Por: Bárbara Villar – – El hecho ocurrió este jueves en Villa Crespo y quedó grabado por las cámaras de seguridad del edificio. El relato del vecino que lo salvó
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“Una escena dantesca”. Así describió Leo Blumberg la situación que vivió este jueves mientras trabajaba en su estudio de música, ubicado en un edificio del barrio porteño de Villa Crespo. Era pleno mediodía. Él, compositor y productor, suele estar a toda hora inmerso en sonidos fuertes que suelen apartarlo de lo que pasa afuera del departamento. Sin embargo, por casualidad o destino, esta vez estaba en una reunión que le permitió escuchar lo que ocurría en el pasillo. Y era un drama.
Todo comenzó cerca de las 13:20. En ese momento, comenzó a sonar un ruido ensordecedor. Molesto, pero conocido: la alarma de emergencias del ascensor. “Siempre alguien se queda atrapado, pensé que había vuelto a pasar”, contó Leo en diálogo con Infobae sobre los momentos previos a convertirse en el héroe de una pareja y su mascota.
“Me decía ‘dog, dog, dog’. Al principio no entendía por qué. Después bajé al hall de entrada y lo vi”, relató el hombre, que también es director de la carrera de música en ORT. En ese ámbito institucional fue que aprendió la maniobra clave que intentó adaptar e implementó con éxito en esta situación: RCP.

Cuando el dueño de Bloomberg Música llegó para socorrerlo, el perro ya llevaba algunos segundos ahorcándose. Se asfixiaba. Había dejado de mover sus patitas, que sacudió desesperadamente mucho tiempo intentando soltarse.
“Yo le vi el gancho del pretal y lo solté lo más rápido que pude. Mi perro tiene la misma correa entonces sabía cómo sacarlo. Cuando lo agarré estaba casi sin signos vitales, no reaccionaba. Le hice RCP como pude. Yo sé hacerlo en personas, pero en un perro no es lo mismo. De todas formas empecé a hacerle compresiones hasta que de a poco se fue recuperando”, contó Leo, que le terminó salvando la vida.
La terrible escena quedó grabada de principio a fin por las cámaras de seguridad del hall de entrada, que registró toda la secuencia: desde que el perro queda afuera del ascensor hasta que finalmente lo rescatan después de quedar inconsciente por la asfixia de su correa.
Tras auxiliar al animal, Leo se acercó a la puerta del ascensor -que seguía trabado en el primer piso- y le dijo a la vecina que su perro ya estaba bien. “Se lo dije como pude en inglés. Al mismo tiempo estaba viniendo el encargado para destrabar el ascensor. La escena duró algunos minutos y yo después me llevé al perro a mi departamento hasta que el novio de ella lo vino a buscar”, señaló.
Aunque la situación fue resulta con éxito, a Leo lo dejó movilizado. Y también le dejó una idea sobre la que ya empezó a trabajar: componer una canción de pocos segundos que explique cómo hacerle RCP a una mascota. “Ya me contacté con una veterinaria para que me explique los pasos y seguramente la haga en los próximos días. Es una información útil y necesaria”, concluyó.