Al regresar, se encontraron con que las dos cubiertas del auto habían sido destruidas con un cuchillo, un daño que representa un gasto importante y que además le impidió ir a trabajar, ya que es su medio de movilidad.
“Estamos muy indignados. No podés dejar tu vehículo en ningún lugar porque aparecen estos personajes a exigirte plata. Le destrozaron las dos ruedas y hoy perdió un día de trabajo”, expresó la familia.La situación se suma a los reiterados reclamos de vecinos que aseguran que durante la noche se vuelve imposible estacionar sin ser víctimas de amenazas o daños si no acceden a pedidos de dinero.
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